Las noches son largas sobretodo
Si el farol me parpadea
Sobre la hoja y el lápiz roto
Cuando el frío entrando allí afuera
La ventana cierra y no puedo
Moverme ni salir ni abrir la puerta.
Al fin sangrar la tinta de los ojos
Fui esclavo y jefe del yo mismo
Y quieto volando moriré.
Y a ti
Que vuelas rubia
Cabello al viento
Sin dueña ni dueño.
Y así el frío entra
Y la vida toda sale.
Que bella sin embargo
Su cabeza allá abajo resta.
Dulce sola atada y risa
Durmiendo en pie que parece despierta
Sentada de luz ciega
Y dormida parece.
Tan solo dos palabras son y son tan poca cosa
Que no se dicen, las come el aire.
Pronto seremos nada en esta tierra
Del polvo quedaremos
La leyenda de lo que pudo ser.
jueves, 7 de enero de 2010
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Dedicado al fin de todas las cosas.
ResponderEliminarJavier: gracias por tus comentarios en mi blog..hombre, de qué otra manera se puede tomar Cortazar sino no como halago :) Me encantó esta poesía...me hace pensar en la libertad final.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEres el poeta de un sueño, entre tus escritos escondida te admiro, no preguntes ¿ Por qué ?. Simplemente déjate sentir, como me haces sentír a mí.
ResponderEliminarJavier precioso poema, Gracias por darme el placer de leerte.
(L)
ResponderEliminarEs todo lo que puedo decir sin que lo que pienso de esto se degrade a vanales palabras (:
Gracias a todos, por vosotros me doy cuenta que cuelgo cosas casi todos los días xD
ResponderEliminarEzequiel, espero verte más a menudo :D
Evita, me dejas con la boca abierta, como siempre.
Miss John Andrews, ojalá te entienda xD
Gracias por tus comentarios en mi blog:) desde ahora seré el "gaucho" para vos jeje! cálido abrazo. Ezequiel
ResponderEliminarMuy buen modo lírico, me ha gustado mucho este trabajo, qué lindo, qué lindo.
ResponderEliminarMe voy con un buen gustillo en el alma
Gracias María Eleonor, ojalá vengas por aquí más a menudo :D
ResponderEliminarPalabras, sin duda, esculpidas desde el corazón... A pesar de que, a veces, suele ser donde más notamos como llueve.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.