No aguarda la noche
Nunca a nadie aguarda.
Tú agazapas las manos
A la capa, heladas...
Solo ellas y el halo
De tu boca y blanco te revela
Como una figura, un pálpito.
Bajo luz lunar
En el bosque de ciudad
Sobre hierba gris, sola
Grácil suenas
Con tu anhelo, rítmico andar
Hasta la figura al frente
Que te frena. Ves sin ver
Allá adentro los negros ojos
Que te observan…
Se alza la niebla, la capucha baja
No más que niebla, baja
Y es él,
Soy yo
Y se esconde Luna
Se retira, niebla, tu capucha
¡Ciega luz cae! Es tu pelo,
Tan solo un movimiento,
¡Argh, no veo!
Y ya está aquí, mirando y frente
Junto a mí, con deseo
Que quiere tomar mis manos
Y yo tomo su cintura,
Neblina regresa
Y yo tomo sus caderas
Y crece
Neblina asciende,
Rojos labios, tan solo un
Gemido,
Nos traga neblina.
Desaparecidos, nuestro sino
Cada noche de Luna
Cada encuentro en el parque
Cada luz y otra vez
Rozar tus piernas espectrales.
lunes, 4 de enero de 2010
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Un calido suspiro del deseo, me gusta.
ResponderEliminar"Rozar tus piernas espectrales."
ResponderEliminarQue buen final!
Intensa, concisa y fatal...tu poesía. Me gusta, te seguiré. Abrazos y gran año nuevo!
ResponderEliminarEzequiel